viernes, 24 de febrero de 2012

ASFA Digital (o no) o ERTMS?


Para empezar, nada hay más erróneo que el título de este post, pero a la vista de las dudas que se hayan podido generar – incluso por mi propio post anterior – voy a utilizar de la forma más sencilla éste para aclarar algunos conceptos sobre los diferentes sistemas señalados.

En primer lugar, ¿qué es el ASFA? Es un sistema de “Anuncio de Señales y Frenado Automático” cuya misión principal es trasladar información de la vía (mediante balizas transmisoras) a la cabina de conducción. Este sistema emite unas señales sonoras y visuales en función de la indicación de la señal, y el Maquinista debe actuar sobre un pulsador situado en el pupitre de conducción cuando el sistema así lo requiere.
¿Cuándo debe actuar? Siempre que la señal no indique “Vía Libre”, es decir, coloquialmente hablando siempre que el “semáforo” no esté en verde. El resto de indicaciones de las señales (incluidos los Pasos a Nivel y Limitaciones de Velocidad Temporales) obligan al Maquinista a “reconocer” el sistema y, además, quedan registrados en la pantalla con la indicación de la señal qué acaba de rebasar. Por ejemplo, si una señal está en “Anuncio de Parada”, el Maquinista debe actuar sobre el pulsador de reconocimiento del Asfa, la indicación de esta señal (foco amarillo) queda en la pantalla del equipo y automáticamente se crea una “limitación máxima” de velocidad a 80Km/h. En el caso de que el Maquinista no rebajase la velocidad hasta los 80km/h en un espacio corto de tiempo (20/22sgs.) actuaría el Frenado de Emergencia del tren. En este caso concreto, además, la indicación anuncia al Maquinista que la siguiente señal está (o puede estar) en “Parada” (foco rojo), por lo qué, al paso por la baliza previa de esa señal no puede exceder de 60km/h. Hago un inciso, las señales tienen dos balizas asociadas, la “previa” situada a unos 300mts. de la señal y la “de señal” situada en el mismo punto de esta. En el caso de que una señal esté en “Parada”, como decía, la velocidad máxima por la baliza previa es de 60Km/h y tal como se va acercando el tren a la señal hay que ir disminuyendo la velocidad hasta que sea inferior a 30km/h. En caso de no cumplir este requisito, actuará el Frenado de Emergencia, de la misma manera que sí el Maquinista rebasase la baliza de señal estando ésta en “Parada”.
En resumen. Si un tren rebasa una señal en “Anuncio de Parada”, el Maquinista reconoce la señal en el ASFA, aparece ésta en la pantalla del equipo y debe “ponerse en condiciones de parar ante la señal siguiente” (Reglamento General de Conducción “RGC”). El ASFA establece una limitación a 80Km/h, y al paso por la baliza previa de la señal en “Parada” la velocidad deberá ser inferior a 60Km/h. Una vez reconocida ésta, aparece en pantalla una señal en rojo y hay que ir disminuyendo la velocidad hasta estacionar ante ella sin rebasarla.
Hasta aquí, la forma de actuar ante una señal en “Parada” y los procedimientos automáticos del ASFA. Ahora veamos cómo se rebasa una señal en “Parada”
Hay varios casos y supuestos recogidos en el RGC, pero sólo me referiré a los casos relativos a las últimas incidencias.
Cuando el Maquinista está detenido ante una señal en “Parada” qué sea permisiva (presenta un cartelón con la letra “P” en el mástil de la señal), podrá reanudar la marcha, actuando sobre el sistema ASFA y en condiciones de “Marcha a la Vista”, la más restrictiva qué existe.
Señal en Parada con la "P" y pulsador de rebase con indicación
Cuando se actúa sobre el pulsador de “Rebase de Señal”, en la pantalla aparece una señal en rojo con una flecha que indica que se acaba de rebasar una señal en parada y se establece una velocidad máxima de 40km/h. El Maquinista “avanzará con prudencia, regulando la velocidad según la parte de vía que aparece por delante de forma que sea posible detener el tren ante cualquier obstáculo visible desde la cabina o ante una señal de Parada”. Es decir, a pesar de qué el ASFA te establece una limitación máxima a 40km/h, el Maquinista tiene la obligación de regular esta de forma que pueda detener el tren ante cualquier eventualidad. De ahí que sea la marcha más restrictiva del RGC.
Queda claro, pues, qué el hecho de rebasar una señal en “Parada” de las denominadas “permisivas” no tiene por qué suponer ningún tipo de riesgo añadido a la propia circulación del tren, salvo qué no se cumplan literalmente los procedimientos establecidos. En este caso, como ya se ha apresurado a afirmar algún responsable político sin esperar a los resultados de las investigaciones de la CIAF, estaríamos hablando en todo caso de un “error humano” y no de un fallo del sistema.

Ahora veamos las diferencias con el ERTMS. El sistema “European Rail Traffic Management System” o ERTMS es totalmente distinto al qué he comentado. Para empezar, no existe el ASFA.
El ERTMS proporciona al Maquinista TODA la información necesaria para la conducción del vehículo a través de unas “eurobalizas” situadas a lo largo del trayecto. La diferencia principal está en que, con el ERTMS a pleno rendimiento y en FS (Full Supervisión o Supervisión Total del sistema), las señales en vía son intrascendentes. El ERTMS “crea” lo que se llama una MA (Movement Autorithy o Autorización de Movimiento) que “autoriza” al Maquinista a circular durante una distancia determinada y éste puede circular hasta dónde le permita la MA, qué en condiciones normales se va renovando al paso por las eurobalizas. Hay que tener en cuenta que la información en cabina de la MA puede alcanzar, a petición del Maquinista, una distancia de hasta 32kms. Es decir, recibe toda la información que necesita sobre el trayecto hasta 32 Kms por delante.
Con el sistema a pleno funcionamiento, el ERTMS presenta en cabina una velocidad máxima (Velocidad Meta) qué en ningún caso se puede rebasar, y esta viene dada por una serie de parámetros (velocidad, espacio, tiempo…) que calculan la situación del tren y, en su caso, un punto determinado dónde deba realizar una parada (estación, señal…)
En gris la "MA". Auroriza a 160km/h los próximos 4000mts.


A diferencia del ASFA, la Velocidad Meta del ERTMS es dinámica. En función de los parámetros señalados, se produce en cabina lo que se llama “curva de frenado” y esta no es más qué una reducción paulatina de la Velocidad Meta, llevando al tren a la parada en el punto determinado, sin posibilidad de rebasar este. Es decir, si por cualquier circunstancia, un tren debe estacionarse en el punto kilométrico 521/437 (521km, 437mt) de la línea Barcelona-Lleida, la MA acabará en el punto 521/437 y el tren nunca rebasará ese punto. Lo mismo, como ocurre en la estación de Lleida o en Sants, si el tren va a estacionarse en una vía de topera. El sistema “sabe” dónde está la topera, envía un punto máximo a la MA y si el Maquinista rebasara ese punto máximo actuaría el Frenado de Emergencia, sin alcanzar la topera o final de vía.

Bien, ahora alguno de vosotros se preguntará: “y si el tren se para en un punto determinado sin poder rebasarlo, ¿cómo continua?”. Me lo esperaba. Pues de dos formas, o bien recuperando información en cabina y recibiendo de nuevo una MA que le autoriza a continuar la marcha… o bien con lo que en ERTMS se llama Modo OS (On Sight) o Marcha a la Vista.
Ahora, apliquemos lo que hemos leído antes sobre la “Marcha a la vista”.

Y hasta aquí espero haber podido aclarar alguna de las dudas al respecto. Para acabar tan solo quiero hacer una precisión y un comentario. Respecto a lo publicado del ASFA, tengamos en cuenta qué en todo momento me refiero al ASFA Digital, no al convencional qué no dispone de toda esa información, pero que sólo queda instalados en un puñado de vehículos.
Y el comentario. Tenemos los mejores sistemas de seguridad que existen en la actualidad. Somos el ferrocarril con menos índices de accidente por millón de kilómetros, y el personal de conducción está totalmente habilitado y capacitado para desempeñar sus funciones, gracias sobre todo a la Formación Continua de Renfe Operadora y a la autoformación, pero siempre se puede mejorar, siempre se puede aspirar a más. Y en esto estamos todos juntos, trabajadores y empresa. Lo qué nos va a costar es eliminar el temible “error humano”, pero, en mi opinión, podemos acercarnos a minimizar esta situación hasta hacerla desaparecer. Eso espero.

Gracias por vuestra atención… y vuestra paciencia.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Un accidente inevitable?



(Nota importante: Este post fue escrito el día 23 de enero y de forma rápida, por lo qué no estará muy bien estructurado, aunque espero que se entienda. Decidí no publicarlo, pero hago hoy a raíz del artículo publicado en La Vanguardia qué se puede leer aquí. Gracias)

Trascurrido ya un tiempo del accidente ferroviario ocurrido en el Apeadero de Barcelona-Clot-Aragó en el que se vieron implicados un tren de Rodalíes de la R1 con destino L’Hospitalet y un Material Vacío de Talgo que se dirigía a la Estació de França para dirigirse desde esta a Milán y Zúrich.
El accidente consistió en un alcance por cola del Material Vacío qué se vio embestido por el tren de Rodalíes con el resultado de una veintena de heridos leves.
Este accidente fue muy similar al ocurrido el pasado 28 de abril y de este trataré más adelante.

Respecto al accidente del día 19 poco o nada se puede decir debido a qué está sometido a la investigación correspondiente por parte de la CIAF y en estos casos hay que ser muy precavido y evitar la especulación. No obstante, debido a mi experiencia puedo hacerme una idea de lo ocurrido e intentaré, también, explicar qué ha podido ocurrir y sobre todo si este tipo de accidentes son evitables o no. En definitiva esta es la cuestión principal.

Cómo ya he dicho, este episodio actual es muy similar al ocurrido en abril del año pasado. Aquí se puede leer el informe final de la CIAF para hacerse una idea de qué ocurrió y, también, de qué pudo ocurrir ahora.

Pero, aparte de las cuestiones técnicas, hay otras de tipo más generalistas que deberían ser conocedoras para evitar que la demagogia e incontinencia verbal de algún responsable político cuajen entre los clientes y los propios trabajadores, dejando en entredicho la seguridad de las circulaciones.
Voy a intentar explicarme de manera sencilla.

Los túneles de entrada a Barcelona soportan un tráfico catalogado de “muy alto”, llegando a circular diariamente casi 900 trenes por ellos. Esto no debe significar nada, salvo para hacerse una idea del volumen de tráfico qué existe en el interior de los túneles. Cómo en cualquier otra parte de la infraestructura ferroviaria, la circulación de trenes está protegida mediante señales automáticas que garantizan ésta e informan a los Maquinistas del estado en esos momentos de la circulación. Más sencillo, las señales indican al Maquinista si hay un tren delante o el cantón (espacio de vía entre señales y protegido por estas) está libre.
Siempre que el cantón esté libre de trenes, y con las señales en servicio normal, los semáforos indican al Maquinista que puede ir avanzando mediante unos determinados colores o combinación de estos (verde, amarillo, verde/amarillo…) y siempre que el cantón esté ocupado por alguna circulación, la señal anterior a éste estará en indicación de Parada (roja) y la anterior a ésta en indicación de Anuncio de Parada (amarilla).
En ningún caso, cuando hay un tren detenido en el trayecto las señales podrán dar otra indicación qué no sea Parada. Y en el supuesto caso de que las señales se averiasen, de forma automática darían la indicación de Parada, incluso si se funde algún foco.
Este sistema es totalmente automático y ante cualquier posible incidencia la circulación de trenes se hace de la forma más restrictiva posible, como ya he comentado con las señales en color rojo.
Las señales en Parada pueden ser “absolutas”, sólo se pueden rebasar con la autorización escrita o mediante telefonema por parte del personal que la tiene a su cargo (Jefe de estación, de CTC…) una vez que compruebe las causa que derivan en la indicación de esa señal, o “permisivas”, que el Maquinista la puede rebasar una vez parado ante ella sin necesidad de autorización. En ambos casos, la circulación se realiza con la marcha más restrictiva del Reglamento, la “marcha a la vista”.
Esta “marcha” no impone limitación alguna de velocidad pero obliga al Maquinista a “avanzar con prudencia según la parte de vía que va apareciendo por delante y dispuesto a parar antes cualquier obstáculo en la vía…”. Es decir, la velocidad te la impone la propia visión de la vía desde la cabina de conducción y la capacidad de reacción de frenada. Tengamos en cuenta que no debe ser necesariamente un tren estacionado delante, sino un carril roto, un objeto en la vía que ocupe el circuito eléctrico, etc.
Además de esta restricción, hay otra más. El Asfa. Este es un sistema automático de anuncio de señales y frenado. Este sistema, esencial para el Maquinista, impide el rebase de señales de forma indebida provocando el frenado de urgencia del tren, y, además  “limita” a velocidades determinadas según la indicación de la señal que el equipo acaba de recibir.
En el caso de un “rebase autorizado” de la señal en Parada, el sistema automáticamente te limita a una velocidad máxima de 40km/h y este permanece en la pantalla de la cabina recordando al Maquinista que la señal que acaba de rebasar estaba en Parada.

Y otra cosa, más importante si cabe, recordar que el Maquinista es ese señor o señora qué va delante del tren, en la cabina. Por tanto, en caso de un posible alcance o colisión es el primero en sufrir las consecuencias. Y… todos tenemos mucho cariño a nuestras vidas.

Una vez conocido estos puntos. Vayamos al accidente del 28 de abril. De lo que se extrae del Informe Final, la causa fue un error humano debido. Como se observa en el Informe, el Maquinista actúa correctamente en todo momento, sin rebasar las velocidades máximas y actuando sobre todos los sistemas del tren. Lo qué incumplió fue la “marcha a la vista”, y esto fue lo que ocasionó el alcance entre ambos trenes, al no disponer del suficiente tiempo de reacción para la frenada.
El Informe es claro y contundente. Todos los sistemas e instalaciones de seguridad tanto en vía como a bordo funcionaron perfectamente y de esto se extrae que la seguridad, mediante los sistemas actuales, sí que queda garantizada.

No obstante, vayamos a la frialdad de los datos estadísticos.
Cada año, la Empresa Operadora hace público el informe oficial referente a los Índices de Accidente imputables a la misma y a los Objetivos de Seguridad alcanzados.
Estos datos se miden en “número de accidentes por millón de kilómetros” y el índice lo marca la TRA (Tasa de Riesgo Admisible). He podido recopilar los datos referentes a los dos últimos ejercicios publicados, 2009 y 2010, y como se puede ver en la tabla inferior, los Objetivos de Seguridad de la Operadora se han cumplido en ambos ejercicios, no superando en ningún caso los índices de la TRA.

TABLA COMPARATIVA ÍNDICE DE SEGURIDAD RENFE OPERADORA 2009/2010

Indicadores de seguridad en la circulación
TRA fijada para 2009
IF 2009
TRA fijada para 2010
IF 2010
IF2009/2010
Accidentes graves
0.005
0.000
0.005
0.000
= 0.000
Accidentes de tren
0.030
0.022
0.028
0.028
↑ 0.006
Accidentes de maniobra
0.070
0.060
0.065
0.033
↓ 0.027
Accidentes de persona
0.011
0.000
0.011
0.000
= 0.000
Rebases de señal de tren
0.351
0.341
0.345
0.220
↓0.121

En esta tabla se observa los Índices de TRA para cada año e Índice de Frecuencia Obtenido (IF) durante el mismo periodo. En ninguno de los casos de estudio se supera la TRA fijada, y, por poner nombrar algo significativo, tan solo el IF de “Accidentes de tren” del 2010, sin superar la TRA presenta un ligero aumento con respecto al 2009.
Nada se puede objetar sobre la Seguridad de las circulaciones de trenes en todas la líneas operadas por Renfe, esto se puede afirmar con la suficiente contundencia. Pero sí que es cierto que es necesaria una inversión económica por parte del Gobierno del Estado para mejorar y ampliar no tan solo la Seguridad, sino la gran mayoría de instalaciones y equipamientos ferroviarios. En esto todos, clientes y trabajadores, estaremos de acuerdo. Pero no podemos compartir la “sensación de peligro” qué, de manera interesada, se está extendiendo entre la opinión pública.

Acabo ya. Renfe Operadora es una de las primeras empresas del mundo y la primera de Europa en materia de Seguridad. Cada año, miles de trabajadores de la compañía recibimos los cursos formativos necesarios para poder ejercer nuestras funciones con total garantía.
Y la mejor garantía es la propia prioridad a la Seguridad de circulaciones, clientes y trabajadores que todos ejercemos desde el primer día.